En 2003, manifestación en Sabiñánigo. Por un Canfranc abierto y seguro.

En 2003, manifestación en Sabiñánigo. Por un Canfranc abierto y seguro.

El 25 de enero de 2003 estuvo a punto de producirse un gravísimo accidente, cuando un automotor que había tropezado con rocas desprendidas de la ladera, a la salida del túnel nº 10, entró descarrilado en el puente metálico situado a gran altura sobre el barranco de Arraguás, cerca de Villanúa. Este hecho, unido a varios otros incidentes (uno de ellos incluso con varios heridos) ocurridos con anterioridad a trenes de la línea, llevaron al Ministerio de Fomento a plantearse cerrarla entre Huesca y Canfranc de lunes a sábado para realizar los imprescindibles trabajos de mejora de la vía y, finalmente, a cerrarla del todo en el mes de marzo.

Aunque se había prometido invertir 9 millones de euros, los trabajos no avanzaban tan deprisa como cabía esperar y la inquietud cundió entre los vecinos de los pueblos situados a lo largo del recorrido, usuarios habituales de los trenes de la línea, así como en la empresa Silos de Canfranc, que había visto interrumpida su actividad al suspenderse el tráfico ferroviario. El miedo a que el cierre temporal pudiera convertirse en definitivo, como ocurriera en Francia en 1970, estaba en la mente de todos.

Por este motivo Crefco convocó una manifestación que se celebró en Sabiñánigo el día 8 de marzo, con el eslogan “Canfranc abierto y seguro, ¡ya!”. El apoyo a la movilización fue general: alcaldes de todos los pueblos de la línea, fuera cual fuese su mayoría política (también estaban los del PP que entonces tenía el Gobierno), sindicatos, organizaciones empresariales, asociaciones de vecinos, de mujeres, de la tercera edad, centros de enseñanza… Todos unidos para reclamar que los trenes volvieran a circular, porque el cierre de la línea –decía el manifiesto leído por el director del Centro de Profesores y Recursos de Sabiñánigo– “y la desidia en su conservación supone un claro atentado para el normal desarrollo de nuestras comarcas, atentado que nosotros no estamos dispuestos a consentir”.

Dos mil personas desfilaron por la calle de Serrablo, desde la plaza del Ayuntamiento hasta la estación de ferrocarril, portando numerosas pancartas en las que se pedía la reapertura de la línea y que esta reuniese las debidas condiciones de seguridad. Los andenes y las vías resultaron casi insuficientes para acoger semejante marea humana, decidida a que no se repitiese lo ocurrido 33 años antes, cuando el hundimiento del puente de Estanguet sirvió de excusa a SNCF para “suspender temporalmente” el servicio ferroviario entre Bedous y Canfranc. Una suspensión que diez años más tarde se extendió hasta Olorón y que aún se mantiene. Precisamente por ello un grupo de franceses, del Comité por la reapertura de la línea Olorón-Canfranc, se unieron a la movilización de Sabiñánigo con su propia pancarta.

Se dio la casualidad de que solo una semana antes del accidente de Villanúa los entonces portavoz de Crefco (Luis Granell) y alcalde de Canfranc (Víctor López) le habían manifestado al ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, su preocupación por el mal estado de la vía, durante los actos de inauguración del túnel carretero de Somport. El ministro mostró interés por la denuncia y les pidió que le enviaran información escrita sobre las deficiencias. Cuando el extenso dosier llegó a sus manos ya se había producido el descarrilamiento sobre el puente, lo que contribuyó a darle veracidad al documento.

Buena parte de las mejoras que entonces se realizaron en la línea, tales como la instalación de encarriladoras en los accesos a los puentes (de haber dispuesto de ellas el del barranco de Arraguás, el automotor habría vuelto a situarse sobre los raíles al entrar en el puente), renovación de carriles en las curvas más cerradas y tramos especialmente deteriorados (se hizo con material de segundo uso) y nivelación de la vía en todo el trazado, figuraban entre las propuestas por Crefco. Por eso, cuando en abril se reanudó el tráfico ferroviario miembros de la Coordinadora viajaron en el primer tren, junto con varios alcaldes que habían acudido a la manifestación de Sabiñánigo, para celebrar el logro.

Salvo la renovación de vía en el tramo Caldearenas-Jaca (2009) y las realizadas en los cortos tramos afectados por descarrilamientos del tren de cereal (único convoy de mercancías que circula regularmente por la línea), estas mejoras de 2003 son las únicas realizadas con carácter general en el ferrocarril de Canfranc al norte de Huesca desde 1988. En 2014 la vía está pidiendo a gritos su total renovación.

Alcaldes y políticos llevaron la pancarta de cabeza (Foto: J.M.H. Urbano)

Banderas de Aragón y de diferentes partidos, pancartas y carteles a lo largo de la marea humana (Foto: J.M.H. Urbano)

En la pancarta francesa, además de los miembros del Creloc los había de la plataforma oscense Andén Tren (Foto: J.M.H. Urbano)

Nunca estuvo tan concurrida la estación ferroviaria de Sabiñánigo (Foto: J.M.H. Urbano)